- Esto no es un adiós, es un hasta
luego – sonrió acariciándole la mejilla.
- Pero… no quiero que te vayas, no
quiero quedarme sola…
- No estarás sola, yo siempre
estaré contigo.
- No, no lo estarás…
- Escúchame – bajaba su mirada a
las manos de aquella chica a la que amaba más que a nada en el mundo, las agarraba
acariciándolas suavemente y volvía a mirarla con los ojos brillantes – A veces
hay que irse, a veces hay que perderse para volver a encontrarse y yo… yo me
siento muy perdida.
- Siento mucho todo esto.
- No tienes porqué sentir nada, tú
no eres la culpable.
- Sí, así me siento… siento que te
estoy alejando de mí, que te estoy haciendo daño con cada paso que doy, con
cada palabra que digo.
- Sí, me duelen… pero la culpa es
mía…. te quiero demasiado para que nada de lo que hagas me deje indiferente.
Dejé de ser yo para ser un nosotras y no he vuelto a recuperar lo que era, aún
no he vuelto a ser yo misma… necesito no verte, necesito no respirarte,
necesito que no me duela estar cerca de ti.
- ¿Y si te necesito?
- No lo harás, pero si me necesitas
sabes dónde encontrarme y me tendrás a tu lado en un segundo, volaré a tu lado –
sonreía.
- ¿Volverás?
- Sí.
- ¿Seguro?
- Siempre se vuelve a casa,
¿verdad?
- Eso creo.
- ¿Recuerdas cuando te decía que
estar contigo era como estar en casa?
- Sí
- Pues formas parte de mí, eres mi
hogar y en tu corazón siempre encontraré un refugio, pero no podemos seguir así,
no quiero arrastrarte porque nos perderemos las dos y no… soy yo la que no
quiere perderte.
- Te quiero.
- Y yo… te quiero y te querré siempre.
No lo olvides…
2 comentarios:
Muy bonito :)
MaLaMaLiSiMa: Gracias. A veces se me hace complicado plasmar lo que se siente mediante la ficción, pero se intenta... =p
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