Soy mi mayor enemiga...

Es verdad que aunque la esencia de lo que soy, de quién soy... nunca cambia, mi forma de actuar de cara al mundo sí ha cambiado. No sé si a esto se le puede llamar "madurar" o simplemente se le puede llamar "resguardarse", pero he pasado de ser la princesa del castillo a convertirme en el propio castillo. Una fortaleza a la que apenas nadie tiene acceso, ni siquiera los que antes sí estaban dentro.

Y es que me he convertido en la chica "loquilla" del grupo, la chica que sólo ríe y hace bromas por propia voluntad... porque no quiero que nadie me pregunte cómo estoy o qué me pasa. Supongo que no quiero reconocer que me siento tremendamente sola, que no es lo mismo que estar sola, porque sé que no lo estoy. Quizás por eso también dejé de escribir en el blog, porque me cuesta sacar todo lo que siento porque cuando no me doy cuenta sale a borbotones y no sé pararlo, las palabras se me traban y no encuentro una coherencia en mí.

Sin embargo, siempre aparece alguien especial con quién me dejo llevar de tal manera que consigue que le diga de repente que me encuentro regular y al preguntarme qué me pasa yo quiera contestar o, mejor dicho, me atreva a contestar (aunque a mitad charla sienta un miedo atroz a que se esté metiendo demasiado en mí). Alguien que consigue que necesite abrirme y dejar salir un poco lo que hay dentro, que ya va siendo demasiado para guardarlo todo bajo llave. Una de esas personas acaba de llegar a mi vida y ya me siento así... lo que pasa es que aún sigue pesando mucho en mí el no querer convertir a nadie en mi paño de lágrimas...

Y es que sé que soy mi propia enemiga, que yo no soy completamente así, pero simplemente me sale ser así. No me desagrada ser como soy, no hago daño a nadie y no miento a nadie, sólo estoy defendiendo un poco mi corazón, al que no he estado cuidando mucho en los últimos tiempos.

Y a veces siento que tengo dos caras. No me considero alguien que engañe, pero no quiero mostrar a todo el mundo todo de mí, no quiero darme a todo el mundo... supongo que está bien reservarse para unos pocos privilegiados, no?

¿Soy sincera? Me siento muy perdida...